“No importa cuán hermosa sea tu teoría, no importa cuán inteligente seas. Si no está de acuerdo con el experimento, está mal”.
Richard P. Feynman
La pediatra de mi hija me contó acerca de un niño de 3 años que sufre hipersensibilidad, yo tenía desconocimiento total de este concepto por ser algo que estaba vinculado al “déficit de atención”. Googleando encontré una definición que dice “Tendencia de una persona a sentirse afectada en sus sentimientos por cosas que para los demás resultan poco importantes”.
Los padres del niño sufrían mucha frustración porque su hijo solo comía pasta, y cada vez que le ofrecían algo diferente el niño decía que no sin siquiera probarlo.
Decidieron cambiar de técnica y empezaron a probar diferentes texturas y formas, se dieron cuenta de que el niño comía pasta independientemente de esto, pero que el elemento fundamental era la mantequilla que le ponían, decidieron probar dándole huevo con mantequilla en el desayuno, el niño aceptó probarla y al cabo de una semana era su primera comida del día.
Quisieron ir más allá y le agregaron legumbres, el niño sin ver probó el huevo y no hubo problema, pero cuando vio cosas verdes decidió no seguir comiendo. A través de varios ejercicios los padres del niño se dieron cuenta de que su hijo decidía que comer a través del olfato y la vista.
En el mundo corporativo la innovación no solo lucha contra el día a día, sino también contra una serie de hábitos consolidados por años que se vuelven parte del paisaje sin saber si todavía le agregan valor al negocio o no.
Uno de esos hábitos consolidados es la validación tradicional la cual es una metodología lineal, de estímulos directos y respuestas inmediatas (como ejemplo el % de intención de compra), lo que elimina de forma espontánea la creación de posibilidades.
También se tiene el hábito de que debes probar tus ideas en tus usuarios habituales, lo cual no representa ninguna exigencia para la idea porque ya te consumen y están satisfechos, hay un sesgo de cortesía alto.
Otro hábito que tienen es que toman una idea como un producto terminado y no consideran el contexto en el que vive una idea, cuando las personas estamos frente a algo que no conocemos tendemos a rechazarlo.
Por eso, las empresas más innovadoras del mundo han evolucionado a procesos de experimentación cortos, a una cultura de prueba y error que les hace ser más ágiles y flexibles.
De esto trata la validación iterativa, la prueba y error de posibilidades de cómo diseñar y adaptar una solución innovadora. Es un proceso de cíclico con experimentos pequeños que nos generen aprendizaje rápido para tomar decisiones anticipadas.
En la validación iterativa a diferencia de la tradicional, la idea original es lo menos importante dado que como proceso irá transformando la misma gracias a la retroalimentación de los usuarios.
Cuando Brian Chesky y Joe Gebbia fundaron Airbnb en 2008, en los primeros meses de lanzamiento su facturación no superó los 800 dólares, cuando probaron su modelo se dieron cuenta que las imágenes de los “Hosters” eran tomadas con celular y en diferentes calidades lo que afectaba la decisión de renta y búsqueda, esto los llevó a diseñar una mejora enfocada en aprendizajes de fotografía y diseño de imagen.
A nivel operativo, la validación iterativa tiene múltiples beneficios especialmente en administración inteligente de riesgos e inversiones.
Normalmente en los procesos de validación tradicional diseñamos el Producto Máximo Posible, lo que aumenta los riesgos y costos, también consume mucho tiempo lo que limita el campo de acción versus la fecha de lanzamiento al mercado.
En la Validación Iterativa se define un set de hipótesis buscando contestar que es lo mínimo que necesitas para cumplir con los trabajos de nuestro cliente pues esto al final se trasmite a costo, la idea es gastar poco y aprender mucho.
Lo importante es diseñar experimentos reales donde tengan retroalimentación en tiempo real a través de sus usuarios potenciales.
Recordemos que cuando creamos una solución innovadora estamos diseñando también un canal de comunicación con nuestros usuarios, de ahí que debemos tener un enfoque en iterar las variables clave de esa comunicación.
La primera de ellas es la Forma (lo visual y estético), es que tan buenos somos haciendo sexy y atractiva una solución. Apple es la empresa pionera en este enfoque haciendo de la Forma un elemento vital de su ejecución.
Todo proceso de validación iterativa debe empezar encontrando valor en la experiencia del usuario (UX), muchas veces queremos enfocarnos en validar tecnología, no perdamos tiempo validando lo que el cliente no ve.
El Sentimiento tiene que ver con el estado de ánimo que generamos, como bien dice
los Jobs to be Done emocionales son vitales en la propuesta de valor porque buscamos satisfacer o generar un estado de ánimo e inclusive construir a la personalidad del usuario.
Una marca que se enfoca mucho en este elemento es Virgin Atlantic, su proceso de atención al cliente busca generar los mayores niveles de satisfacción y felicidad ofreciendo la mejor experiencia.
El tercer elemento es la Funcionalidad que busca resolver un problema físico, una tarea y lograr un propósito, esta funcionalidad debe ser fácil de entender.
Una empresa que ha trabajado muchísimo en la funcionalidad es Amazon, desde la creación del 1-click ordering hasta el Dash button, simplificando muchísimo el proceso de compra en su plataforma.
Existe el paradigma en las organizaciones de que la Forma (como se ven las cosas) es lo único importante en el diseño, pero es la suma de estos tres elementos lo que le da un rol estratégico al diseño para iterar y desarrollar soluciones que hagan “fit” con las necesidades del usuario.
Estos cambios pueden representar un impacto exponencial si consideramos que es la forma en que las organizaciones más innovadoras del mundo crean sus propuestas de valor, pero también porque cada día nosotros mismos como consumidores vemos productos y servicios en el mercado que no están generando ningún impacto.
La iteración puede ayudarnos a asegurar nuestros desarrollos frente a la hipersensibilidad de nuestros clientes.
Si necesitas innovar puedes escribir a hola@necesitoinnovar.com o visita www.necesitoinnovar.com.