“Hay tres medios principales para adquirir conocimiento … observación de la naturaleza, reflexión y experimentación. La observación recopila hechos; la reflexión los combina; la experimentación verifica el resultado de esa combinación.”
Denis Diderot
Con los años y muchas metidas de pata, las personas que me conocen saben que creo que la innovación no es un esfuerzo temporal y lúdico, sino que es un proceso de transformación constante y ejecución creativa.
Por eso evito en la medida de lo posible las sesiones de ideación, no porque no crea que no generan valor, sino porque he aprendido que más allá de únicamente generar ideas, un proyecto de innovación tiene que responder tres preguntas fundamentales:
Ahora bien, innovar es una de las cosas más difíciles por lograr en cualquier tipo de empresa o emprendimiento, las estadísticas confirman que la forma en la cual estamos tratando de hacerlo en la mayoría de los casos no está funcionando.
Así que lo importante como líderes de innovación es que nos preguntemos:
¿Qué debo mejorar yo dentro de mi ejecución para lograr que la innovación tenga un impacto positivo?
Una de las principales oportunidades que tienen los equipos que lideran la innovación es saber definir correctamente cómo van a ejecutar los proyectos, y algo que he aprendido es que, si no definimos correctamente el reto de negocio, el rol del equipo y la forma de entrega, corremos el riesgo de hacerlo mal.
Los errores son parte de la innovación e inclusive podría decir que validan el esfuerzo por hacer cosas diferentes (algo que muy pocas empresas entienden), pero es importante separar los errores del proceso por falta de planeación de los errores de ejecución en un experimento que se traducen en conocimiento.
A la hora de iniciar un proyecto de innovación, dentro de los errores que he identificado hay tres que se repiten en la mayoría de las organizaciones:
No tener claro el reto de negocio: uno de los paradigmas que tiene la innovación es asumir que las necesidades de nuestros clientes no tienen relación con los retos de negocio.
Para esto es muy importante entender cuál KPI del negocio queremos impactar y así podemos entender cómo generaremos valor. También, esto permitirá a las personas que participan tener una visión holística del proyecto y generar discusiones con objetividad.
Solución: tener una sesión de trabajo para la definición del reto del proyecto teniendo como insumos información del cliente y del negocio, realizar entrevistas con personas internas expertas en la problemática.
No saber gestionar el equipo de trabajo: el sabor del mes es la colaboración, pero, hay poca claridad en cómo gestionar el talento que va a ser responsable de la ejecución.
Debemos partir por un propósito superior a lo que hacen hoy, deben tener claro por qué están ahí y que esperamos de ellos. Adicional, hay que saber cuáles son las personas que pueden aportar valor, pero también cuál es el momento y su rol en los diferentes proyectos.
Esto es vital dentro de la visibilidad que debemos darle a todos los involucrados, asignar roles y responsabilidades va a ayudar a las personas a entender dónde esperamos que su experiencia y capacidad impacte.
En empresas de consumo masivo, por ejemplo, las áreas comerciales tienen dos roles vitales. Primero, en la etapa temprana pueden sumar valor dando retroalimentación respecto al contexto que se encuentra el mercado, y segundo, en la etapa de ejecución será una de las áreas que implementen la estrategia de lanzamiento de la innovación.
Solución: Tener sesiones de trabajo grupales e individuales para alinear las expectativas de cada una de las personas que van a ser parte del proceso. Definir los expertos en el reto del proyecto, personas que conocen la problemática.
Asumir que el proyecto de innovación terminará con la generación de las ideas: entregar únicamente un reporte de ideas de una sesión de ideación es uno de los errores más comunes en muchas organizaciones.
Esto dificulta mucho la venta del proyecto a lo interno de las empresas, los equipos de innovación deben evolucionar para entregar prototipos de las posibles soluciones, elementos tangibles que permitan materializar las ideas.
Adicionalmente, es fundamental definir la ruta de trabajo para ejecutar ese prototipo y llevarlo a ser un producto real para probar la tracción en el mercado lo más pronto posible.
La creatividad es transversal en la ejecución, no pertenece a una sola etapa del proceso de un proyecto o metodología.
Solución: Definir las herramientas para el desarrollo de prototipos y su proceso de validación con clientes. Tener clara la forma de entrega (sketch, prototipos funcionales).
Estas son tres cosas que he aprendido en mi camino y que espero les ayude en la ejecución de sus proyectos.
Recuerden que lo importante no es equivocarse rápido, sino, aprender rápido y liderar el cambio.
Si necesitas innovar puedes escribir a hola@necesitoinnovar.com o visita www.necesitoinnovar.com.
