No existe una receta secreta para hacer de un país una economía innovadora, ni tampoco necesitamos desgastarnos buscando ser el próximo Silicon Valley, pero sí necesitamos una estrategia sistémica que nos permita tener éxito.
Corea del Sur desplazó a Alemania como la economía más innovadora del mundo según el reporte Bloomberg Innovation Index 2021. Aunque no es la primera vez que Corea del Sur logra estar en primer lugar, lo importante es analizar las acciones que ha realizado para mantenerse en el top 10 en los últimos años.
El índice de Bloomberg es el estudio más objetivo que existe a nivel global para medir qué tan exitosos son los países a nivel de innovación, porque analiza docenas de criterios utilizando siete métricas igualmente ponderadas, que incluyen el gasto en investigación y desarrollo, la capacidad de fabricación y la concentración de empresas públicas de alta tecnología.
Según Wikipedia, la economía de Corea del Sur ha crecido rápidamente desde la década de 1950. Hoy en día, es la treceava economía más grande del mundo y el país está clasificado como país desarrollado por la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. También se encuentra entre los países más avanzados tecnológicamente y mejor comunicados.
¿Cómo Corea del Sur diseñó un modelo económico sistémico?
Cuando analizas las acciones del país para implementar su estrategia de innovación lo que más llama la atención es que el modelo es sistémico y consistente. Corea del Sur ha apostado desde 2003 por la tecnología en lo social a través de conectividad, en lo educativo por medio de la robótica e investigación aplicada, y en lo económico desde el emprendimiento tecnológico y la economía del conocimiento.
Tecnología en lo social a través de conectividad.
El país asiático tiene una alta inversión público y privada en conectividad y en tecnologías de vanguardia como 5G, es el tercer país con el mayor número de usuarios de internet de banda ancha entre los países de la OCDE, siendo también uno de los líderes globales en producción de aparatos tecnológicos, dispositivos semiconductores y teléfonos móviles.
Tecnología en lo educativo a través de I+D.
Todos sabemos que los países de Asia han invertido agresivamente en robótica en primaria y secundaria, Corea del Sur la incluyó como parte de sus prioridades en 2003, pero lo importante es conocer cómo se integra eso a la educación universitaria para tener un retorno sobre la inversión.
La primera ancla es el sistema de becas para carreras tecnológicas, del presupuesto nacional para becas el mayor porcentaje es para carreras relacionadas con robótica, inteligencia artificial y tecnologías de información. Adicional a esto el sistema de becas es internacional, cualquier persona con estudios en estas carreras de cualquier parte del mundo puede aplicar como parte de su estrategia de atracción de talento.
La segunda ancla es la inversión en I+D, Corea del Sur destina alrededor del 4,3% de su PIB en investigación aplicada y tiene un fuerte programa de incentivos para el registro de propiedad intelectual en biotecnología, robótica, inteligencia artificial y tecnologías de la información. La generación de patentes es la principal herramienta para que un país pueda monetizar la economía del conocimiento.
KIPO Oficina de Propiedad Industrial de Corea del Sur.
Emprendimiento tecnológico como modelo económico.
Otra de las medidas que me ha llamado más la atención fue el enfoque en diseñar al emprendimiento como parte fundamental del modelo económico sistémico. Corea del Sur ha entendido que sin la creación de empresas de base tecnológica no puede haber generación de nueva riqueza y nuevos empleos.
Aunque el país tiene instaladas las empresas tecnológicas más importantes de Asia, también tiene claro que no puede depender de ellas para su crecimiento. Por eso, han creado programas de incentivos fiscales para emprendimiento en etapa temprana dependiendo del nivel de madurez del emprendimiento y ventas, por ejemplo, tienen exoneraciones de entre un 50% a un 75% antes de los primeros 100 mil dólares de facturación, y tasas de interés preferenciales para inversión en tecnología.
Adicional a esto está la creación de las ciudades tecnológicas llamadas “Tech Valley”, inspirados en Silicon Valley crearon la primera ciudad en Pangyo que ha servido para albergar un ecosistema de más de 70 mil emprendedores y 1400 emprendimientos tecnológicos, la segunda ciudad será inaugurada en 2022.
Los beneficios de la ciudad tecnológica han generado que las multinacionales se están reubicando alrededor de ella para tener acceso a productos y servicios, pero también a la I+D y creatividad de los emprendedores. Las multinacionales tienen beneficios fiscales por vincularse con el ecosistema. Por último, el gobierno de Corea del Sur utiliza la red de las empresas instaladas para conectar los emprendimientos a nivel global.
Cuando analizamos a detalle de las acciones de Corea del Sur o Singapur (1 y 2 del índice Bloomberg) te das cuenta de que muchas de las cosas que hicieron se pueden ejecutar en Latinoamérica, sin embargo, debemos pasar del discurso a las acciones. Debemos utilizar la infraestructura ya creada para capitalizar las ideas de los países asiáticos. Lo importante es dejar de lado los discursos oportunistas para lograr un modelo económico sistémico.
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